Se dieron resultados de los Proyectos de Certificación en Competencias, Extensión e Innovación Agraria realizados por la Universidad Católica de Santa María en alianza con el Instituto de Investigación del Sur IIDS, presentando a 88 extensionistas capacitados, 45 de ellos en Producción de Uva de Mesa para Exportación y los otros 43 en Control de Calidad Agroindustrial, cuyo conocimiento beneficiará a más de un millar de agricultores de Arequipa.
Tras 352 horas de capacitación a través de cuatro módulos independientes, los extensionistas podrán fortalecer las capacidades de los productores de uva de mesa acorde a las exigencias de calidad para la exportación, así como también que las agroindustrias posean asistencia calificada en el control de calidad en sus productos. De esta manera se estará incrementando la rentabilidad y mejorando la competitividad de la región, mediante la generación y adopción de tecnologías sostenibles y ambientalmente seguras.
“En el Perú no se le da un valor agregado a nuestros productos, debemos dejar de ser únicamente exportadores de materia prima, por lo cual, para salir del estancamiento donde nos encontramos, es necesario la investigación, el desarrollo e innovación tecnológica. Pero todo este conocimiento generado no debe almacenarse en bibliotecas, debe ser transferido, aplicado y compartido, esto es uno de los objetivos del extensionismo, en este caso en particular, orientado a la producción de uva y la calidad de productos de agro exportación”, afirmó el Vicerrector de Investigación de la universidad santamariana Dr. Gonzalo Dávila del Carpio.
Asimismo, recalcó el Dr. Dávila que los productos de la región se dan de manera orgánica, pero para competir con otros países y regiones, debemos contar con un control de calidad en nuestra producción a nivel internacional. Trabajando en esa línea las universidades tienen un rol muy importante, la UCSM por ejemplo, posee 55 hectáreas en El Pedregal cedidas por el Estado peruano con la finalidad de investigar en el desarrollo productivo, la agricultura orgánica sin agroquímicos, las cadenas de producción y el aprovechamiento de los desechos producidos derivados a proyectos como el biogás.
Este proyecto se dio gracias al financiamiento el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) y el Banco Mundial en la modalidad de Fondos concursables a los que la Universidad Católica de Santa María, a través de su Vicerrectorado de Investigación, logró gran impacto regional en la línea de capacitación por competencias.