El profesor y filósofo tuvo a bien brindar una interesante conferencia – taller sobre responsabilidad social universitaria en el auditorio William Morris de nuestra universidad. Después de su ponencia se tomó unos minutos para responder cuatro preguntas breves.
Desde su experiencia, ¿cuáles son los cambios más visibles que se logran a corto plazo cuando se inicia este proceso de concientización a nivel académico?
Hay cambios que son más invisibles que son de política, desde la autoridad; pero los cambios visibles deben partir del alumnado, de abajo, y de proyectos que pueden hacerse en la misma universidad, sin salir. Con una buena comunicación pueden lograr muchas cosas. Yo los invito a tomar el manual de primeros pasos en responsabilidad social universitaria, pasar las encuestas y publicar los resultados.
¿Dentro de este proceso qué aliados son los más próximos, los primeros en acercarse?
Los primeros aliados son mis compañeros, porque juntos pensamos mejor, podemos ponernos de acuerdo para una primera actividad y tenemos más poder de delegación para ir a tocar las puertas de las autoridades, del decano, etc. Y empezar a diseñar las cosas de forma diferente.
Sobre los espacios donde se trabaja la responsabilidad social, al principio, en cuanto a lugar y tiempo ¿Qué es lo primero que se logra?
Hay que trabajar todo a la vez, los aspectos de gestión interna, los aspectos de formación, currícula, sílabos, capacitación docente, los aspectos de investigación, líneas de investigación, proyectos de investigación de comunidad, la proyección social y la mejora de esa sinergia entre proyección y formación, todo se logran junto, hay que avanzar en todos los planos.
¿Qué es lo que se busca en el alumno con este enfoque de responsabilidad?
Yo diría un alumno más exigente, que sabe encarar a sus profesores diciendo “profe, está muy bien todo, pero ¿y los impactos ambientales? ¿Y los impactos sociales?” Un alumno que sabe investigar más por su cuenta y que sabe empezar a criticar su propia enseñanza, criticar no obviamente en forma “criticona”, sino propositiva, y un alumno más comprometido. Entrevista: Mauricio Diban