La Dra. Miriam Herrera Velarde, Presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de Arequipa con motivo del 57 aniversario institucional tuvo a su cargo el DISCURSO DE ORDEN, dirigiéndose al público asistente al Auditorio R.P. Dr. William Morris, expreso:
Hoy es un día especial para todos, en el que debemos agradecer estar reunidos para celebrar un nuevo aniversario de la Universidad Católica de Santa María. Hoy, siento un especial privilegio el estar aquí frente a ustedes para dar el discurso de orden de ésta, mi ALMA MATER, cuya misión es formar seres humanos con valores.
En esta época de crisis que enfrenta el país, urge reafirmar entre los estudiantes los principios que rigen a esta universidad y deben guiar sus pasos a lo largo de su vida, como son: la búsqueda de la verdad, la afirmación de los valores nacionales, morales y espirituales; el respeto de los derechos humanos; el rechazo de toda forma de violencia, intolerancia, discriminación; y el servicio a la comunidad.
Necesitamos profesionales para cubrir la demanda laboral nacional y regional que favorecen la economía; pero sobre todo se requiere ciudadanos con valores, personas honestas distribuidas en las distintas instituciones públicas y privadas, que permitan con sus acciones la verdadera reforma que necesita nuestro país. Se demanda personas que enfrenten la corrupción, personas que no tengan miedo a denunciar, personas íntegras, personas que no pidan privilegios o prebendas a cambio de algún favor.
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Reflexionemos juntos respecto de lo que está ocurriendo en nuestro país y de las cifras que hoy conocemos públicamente.
La Defensoría del Pueblo ha identificado que anualmente se pierde más de 12 millones de soles por corrupción; además en el ránking de Competitividad del Foro Económico Mundial 2017-2018, nuestro país está en el puesto 89 (de 137) en la categoría Pagos Irregulares y Sobornos. La Contraloría General de la República advirtió que en lo que va del año, en el sur se perdieron más de 93 millones por la comisión de actos de corrupción; sólo en Arequipa estimaron la pérdida de una suma de 6 millones de soles.
Creo y estoy convencida que en las aulas de ésta, mi Casa Superior de Estudios, está la esperanza de cambio. En el hogar los padres sientan las bases de la formación de sus hijos, se afianzan durante su aprendizaje académico y se fortalecen al llegar a la universidad con los principios y ~alores como la justicia, honestidad, prudencia y laboriosidad, que rigen la formación en las aulas y guían toda su vida. Se forman profesionales, pero sobre todo ciudadanos con principios, al servicio de la comunidad, en bien de los ciudadanos.
La universidad siempre ha desarrollado su quehacer a partir de una conciencia social, construyendo conocimiento para la humanidad, avanzando en el tiempo con visiones relacionadas con la formación de los profesionales que requiere la sociedad, la respuesta a las necesidades sociales mediante la investigación y la extensión, la incidencia política, la transferencia tecnológica, el desarrollo humano sostenible, entre otros conceptos que permanentemente ponen al día las formas en que la universidad ejerce su responsabilidad social.
La educación superior es responsabilidad de todas las partes interesadas, en particular de los gobiernos, tanto en su control cuando de iniciativa privada se trata, como en su financiamiento; y ante los desafíos mundiales, presentes y futuros, la educación superior tiene la responsabilidad social de hacer avanzar la comprensión de problemas con dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, así como la capacidad de hacerles frente.
En este contexto el compromiso de la universidad exige de su habilidad y efectividad para responder a las necesidades de transformación de la sociedad donde está inmersa, mediante el ejercicio de sus funciones básicas: docencia, investigación y extensión/proyección social. Estas funciones deben estar respaldadas por la búsqueda de la promoción de la justicia, la solidaridad y la equidad social, mediante la construcción de respuestas exitosas para atender los retos que implica promover el desarrollo humano integral Hoy al celebrarse 57 años de vida institucional de nuestra querida Universidad, es oportuno recordar la figura del fundador, un joven norteamericano marianista de Saint Louis, Missouri, Estados Unidos, que llegó a Lima en 1940. De padre ferroviario y jugador profesional de béisbol. Su madre: llevó la batuta en la educación de los cuatro hijos. A los diez años de edad quedó huérfano de madre. Solo cuatro años más tarde descubre su vocación docente y religiosa.
El padre William Daniel Morris Christy, tuvo el apoyo de monseñor Leonardo José Rodríguez Ballón Arzobispo de Arequipa, en su deseo de fundar esta Casa Superior de Estudios. Su iniciativa nació frente a la necesidad de atender la demanda estudiantil del Sur del país. Y es que hoy, la Universidad Católica Santa María cuenta con aproximadamente 18 mil estudiantes, cifra que se convierte en un indicador que
los jóvenes están hábidos de conocimientos, deseosos de contribuir con el desarrollo de su país, siempre tomando en cuenta los valores cristianos que William Morris nos dejó como legado, en donde no existiese diferencias entre nosotros. Su calidez humana, su tenacidad y empeño son ejemplo a seguir.
Muchos de nosotros, ya ex alumnos, recordamos con nostalgia a nuestros queridos maestros, cada una de sus enseñanzas caló en nosotros, sus conocimientos y experiencias fueron nuestra mejor referencia, pues hoy, muchos de los que estamos aquí, gracias a sus exigencias, somos lo que somos. Ser ex alumno Marianista es un orgullo, muchos de los que pasaron por sus aulas ocupan hoy cargos importantes, desde los que, estamos seguros ejercen con responsabilidad e integridad la misión encomendada.
Veo con gran satisfacción una renovación, y grandes cambios en nuestra Universidad. Se han hecho grandes esfuerzos y se han conseguido importantes logros en los últimos años, tanto en su organización interna, su infraestructura, su proceso de enseñanza y aprendizaje; así como su tarea de investigación.
Hoy nuestra universidad se ha convertido en un gran referente de la educación superior a nivel nacional e internacional, estamos seguros que continuarán con esta gran tarea de promover, fortalecer y reforzar la formación integral de cada uno de sus estudiantes, para lograr así su desarrollo integral, orientado a utilizar plenamente sus potencialidades y habilidades.
A fines del año pasado, la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), otorgó a la Universidad el Licenciamiento Institucional por seis años, luego de corroborar que el servicio educativo ofrecido por la casa Santamariana, cumple con las condiciones de calidad exigidas por la Ley
Universitaria. El licenciamiento reconoce que la Universidad Católica de Santa María, cuenta con 33 carreras profesionales, 76 segundas especialidades, 44 maestrías y 12 doctorados que funcionan en una infraestructura moderna dotada de tecnología de vanguardia; cuenta con 109 laboratorios multidisciplinarios, gabinetes y talleres, y un Pabellón de Bibliotecas. Asimismo, con docentes con maestría, doctorado, 55 docentes registrados en el Directorio Nacional de Investigadores e Innovadores (DINA) del Concytec.
Es preciso resaltar y destacar los aportes de la universidad a la región como: La Agenda por el Desarrollo de Arequipa, producto de la suma de esfuerzos, documento entregado a las autoridades para que lo consideren al momento de gobernar y lograr juntos el desarrollo regional; así como el respaldo a otros proyectos que favorecen por ejemplo al sector Educación capacitando a los docentes de los colegios quienes también son responsables de la formación de los ciudadanos.
Los esfuerzos que se están haciendo desde esta Casa Superior de Estudios están siendo destacados. Recientemente la Universidad Católica de Santa María fue reconocida como Patrimonio Cultural de Arequipa por la Municipalidad Provincial de Arequipa; por ser una institución que fomenta y difunde la cultura, y su aporte a la sociedad en la formación de profesionales comprometidos con el servicio a la ciudadanía. La mejora de la educación continúa siendo un tema prioritario para el país, y es el fin al que deben estar orientadas todas las medidas y mejoras que asuman las autoridades universitarias. Es el deber de las universidades formar buenos ciudadanos, libres y democráticos, con sólidos valores éticos y morales.
Para terminar, quiero expresar mi especial agradecimiento a las autoridades universitarias que me concedieron el honor de estar aquí, hoy, frente a ustedes, para dar unas palabras como autoridad y exalumna marianista. Es un orgullo y satisfacción personal volver a este recinto. Quiero renovar en esta oportunidad mi compromiso de seguir trabajando bajo los principios inculcados en ésta mi ALMA MATER. Confiada que la universidad continuará esforzándose para formar ciudadanos exitosos, pero sobre todo con valores que contribuyan al desarrollo del país.
FELIZ ANIVERSARIO.