II Certamen Internacional de Tunas Realizó la Universidad Católica de Santa María

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II Certamen Internacional de Tunas Realizó la Universidad Católica de Santa María

 

La Plaza de la Cultura de la Universidad Católica de Santa María y el Auditorio del Colegio Independencia Americana fueron escenario del II Certamen Internacional de Tunas II CITUCSMA 2016 que se realizó el último fin de semana y que fue organizado por la Casa de Estudios Superiores Santamariana

TUNAS PARTICIPANTES:

1.- De la Universidad de Tarapacá, Chile

2.- De la Universidad de Lima

3.- De la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia

4.- De la Facultad de Ingeniería Civil de La Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga Ayacucho

5.- De Ingenierías de la Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa

6.- De la Facultad de Ingenierías Físicas y Formales de la UCSM. Arequipa

RESULTADOS DEL CERTAMEN:

PREMIOS INDIVIDUALES:

  • Premio al mejor instrumental.- Tuna de la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia
  • Premio al mejor solista.- Tuna de la Universidad de Lima
  • Premio al mejor baile de pandereta.- Tuna de la Universidad de Lima
  • Premio al mejor baile de capa.- Tuna de Ing. Civil de la UNSCH Ayacucho
  • Premio al mejor baile de bandera.- Tuna de Ingenierías De La UNSA

RESULTADO GENERAL:

  • Primera Mejor Tuna.- Tuna de la Universidad de Lima.
  • Segunda Mejor Tuna.- Tuna de la Universidad de Tarapacá Chile.
  • Tuna Más Tuna.- Tuna de la Universidad de Tarapacá Chile.

Todo el mundo sabe hoy en día qué es la Tuna. Una definición simplificada la describiría como aquel grupo de jóvenes estudiantes que, vistiendo unos trajes de corte antiguo y pintoresco, se dedican a cantar y tañer instrumentos para divertirse y allegar algo de dinero a sus bolsas, llevando un estilo de vida guasón y apicarado.

Pocas personas sin embargo, a pesar de intuir que se trata de una costumbre remota, conocen la extraordinaria longevidad de la misma, sus orígenes y las continuas transformaciones que ha experimentado con el correr de los tiempos pues, aunque la definición con que comencé puede casar a la Tuna de cualquier época al tocar aspectos que, por decirlo de alguna manera aparecen ad extra, otros no tan evidentes relativos a su organización interna y motivos fundamentales de existencia, establecen diferencias insoslayables que aconsejan el estudio separado de cada unas de las etapas en las que puede dividirse su devenir histórico:

En una primera fase que abarcaría el periodo comprendido entre los siglos XIII a primera mitad del XIX, y que podríamos motejar de “Picaresca”, la Tuna no existe como colectivo individualizado y perfectamente identificable por el común de las gentes, apareciendo tan sólo como costumbre de un determinado grupo profesional, el estudiantil. Llanamente, no existe la Tuna y sí la costumbre estudiantina de correr la tuna.

En su errar bribiático los escolares primigenios carecían también de la estabilidad y organización de las actuales Tunas Universitarias, fraternidades conformadas por un número constante de miembros que viven en su seno durante un segmento temporal más o menos duradero, que se renuevan periódicamente con la incorporación de elementos nuevos, y que ejercen su magisterio en cualquier estación del año, representando a su Universidad, Facultad, Escuela o Colegio Mayor.

Correr la tuna.

La tuna se define, [como] una vida vagamunda y holgazana; pero en lenguaje estudiantil significa más, pues equivale á divertirse, y comer sin estudiar.

Se divide en solitaria y simultánea.

La primera es cuando un estudiante se halla declarado en trueno; pero á pesar de eso continua durante el curso sus estudios, sin agregarse á ninguna pandilla, frecuentando la sopa de los conventos (esta definición es de illo tempore).

La segunda es, cuando un estudiante se agrega con otros para vivir á patio, bajo las reglas de buena sociedad, y especular con su buen humor y sus instrumentos pro pane lucrando.

Con estas palabras comienza el Manuscrito del Bachiller Sotanillas, citado por Vicente de la Fuente en su artículo “Costumbres Estudiantinas. La Tuna “, publicado en el Semanario Pintoresco Español de 8 de mayo de 1842.

Gran conocedor de las más antiguas tradiciones universitarias, de la Fuente retrata en sus cuadros de costumbres el modus vivendi de los estudiantes antediluvianos, a cuya clase, como él mismo reconoce tuvo el honor de pertenecer, y entre ellos destaca al estudiante de la tuna, de los que dice que:

Entre los estudiantes de la tuna, los hay unos por necesidad y otros por vagancia: aquellos sólo tunan cuando no hay curso, para éstos siempre son vacaciones.

Pero no es sólo este autor el que, a través de sus escritos, desvela el ser de la tunantesca; el Costumbrismo en si, lleva implícito un gen científico de análisis de lo que fue, (tipos desaparecidos o en peligro de extinción) y lo que a ser empieza (nuevos tipos), al objeto de “poner frente á frente la civilización antigua con la moderna”, como piedra de toque para la ulterior autocrítica.

Sea como fuere, debemos a este género, si exceptuamos las noticias contenidas en la comedia y novela picaresca, teatro menor en todas sus formas, y literatura de cordel de los siglos XVIII y XIX, lo poco o lo mucho que sobre la tuna y los tunos protohistóricos conocemos, que en esta materia nada es seguro, pues por dudar, se duda hasta del origen etimológico de la palabra misma que sirve para nominar la tradición.

Origen etimológico del término Tuna.

Es en La Vida de Estebadillo González, cuya primera impresión data del año 1646, donde por vez primera se recoge la palabra “tunante”, pues su protagonista se confiesa de la siguiente manera:

Yo, Estebadillo González,

Que fui niño de la escuela,

Gorrón de nominativos

Y rapador de molleras,

Romero medio tunante,

Fullero de todas tretas,

Aprendiz de guisar panzas,

Sota alférez de banderas,…