El vicerrectorado de Investigación de la Universidad Católica de Santa María encargó a los estudiosos Hernando Núñez del Prado Simons y Jesús Peñalva Bolívar la realización de diversos trabajos e investigaciones para poder determinar las vulnerabilidades en el cono norte ante riesgos de inundaciones por cambio climático.
La población del cono norte, hace más de 25 años se instaló y se “organizó” precariamente en más de 40 asentamientos humanos los cuales siguen aumentando. El último censo arroja una población de más de 250,000 personas, sometidas una alta exposición y vulnerabilidad ante fenómenos hidro-meteorológicos extremos que se repiten anualmente y potenciales desastres asociados a otras amenazas como sismos y movimientos en masa.
Los factores que exacerban la vulnerabilidad son: la falta de planificación de la ocupación del territorio, la carencia de infraestructura constructiva con diseños técnicos sismo resistentes como casas, veredas, trochas y drenes. Así como las características fisiográficas del área, un pie de monte con quebradas terraplenadas que drenan la cordillera y los domos al pie con elevadas pendientes. Además, ha aumentado la extracción de agregados de canteras “informales”, lo que origina desestabilizaciones del perfil natural y ocurrencia de movimientos de ladera creando zonas altamente sensibles ante un eventual fenómeno climático extremo.
Los objetivos del proyecto de investigación iniciado hace más de dos años, incluyen generar documentos cartográficos, estimar el riesgo ante los peligros geológicos para reducir la vulnerabilidad y lograr mitigar el riesgo de inundaciones que anualmente se repiten en la época de lluvias. Además, se espera que las investigaciones desarrolladas sean tomadas en cuenta en la planificación del desarrollo, promover un plan de ordenamiento territorial, mejorar la infraestructura con inversiones Público Privadas, la gestión integral del riesgo y el seguimiento de las recomendaciones promoviendo la articulación de los diferentes agentes involucrados.
El Cambio Climático: Incluye cambios en las características climáticas, como temperatura, humedad, lluvia, viento y fenómenos meteorológicos severos durante períodos de tiempo prolongados entre 30 a 40 años. El clima se refiere al estado del sistema climático, el cual está constituido por la atmósfera, la hidrósfera, la criósfera, la superficie terrestre y la biósfera, incluyendo todos los cambios y sus interacciones. El conjunto de estos elementos determina el estado y la dinámica del clima terrestre. El sistema tiene la influencia de una serie de factores tanto humanos como naturales que influyen en el clima. Un mecanismo importante del sistema climático es el “efecto invernadero”. La variabilidad climática comprende las fluctuaciones de los componentes del clima (temperatura, precipitaciones, etc.) dentro de los límites aceptados como normales, durante períodos de tiempo determinados, que pueden ser semanas, meses o años.
Las Estrategias frente al Cambio Climático son dos:
La vulnerabilidad de los sistemas, incluidos los sistemas humanos, geofísicos, biológicos y socioeconómicos, al cambio climático difiere según las regiones y entre las poblaciones de cada una de estas regiones. La vulnerabilidad al cambio climático estudia en qué medida éste puede perjudicar y provocar daños en los sistemas, tanto naturales como humanos. Además de la vulnerabilidad al clima, los países tienen capacidades distintas paraadaptarse a los efectos del cambio climático.
Varios componentes contribuyen a la vulnerabilidad al clima: La exposición a factores de riesgo relacionados con el clima, así como el grado en que un sistema se ve afectado por un estímulo climático (“sensibilidad”), contribuyen a los posibles “efectos potenciales” que el cambio climático tendrá sobre el sistema natural y pondrá a prueba la capacidad adaptativa de este y finalmente traducirá la Vulnerabilidad.
Si el cambio climático da lugar a precipitaciones intensas en una determinada región (exposición) y esta no presenta capacidad adaptativa, por el tipo de terrenos y falta de canales de drenaje, los efectos serán catastróficos. La vulnerabilidad al clima está determinada por los posibles efectos del cambio climático y la capacidad de los sistemas naturales y humanos para adaptarse a ellos. La vulnerabilidad puede identificarse en diferentes niveles o escalas (nacional, regional, local), para distintos sectores (agricultura, agua, salud, etc.), y para diferentes grupos de población (mujeres, niños, población urbana pobre, trabajadores rurales etc.).
Resultados
La importancia y transcendencia del proyecto desarrollado es que se han generado varios documentos cartográficos nuevos, como los mapas de microcuencas, los mapas de análisis hidrológico e hidráulico así como el mapa de riesgos y los planes de adaptación al cambio climático. Además un aporte significativo de la investigación y con perspectivas de su utilización a nivel internacional, es la novedosa metodología creada que puede ser replicable.
Como se aprecia las dos microcuencas más importantes son la de Sor Ana y La Fontana, esta última es la que se carga con mayor caudal y ha originado más daños en la infraestructura y afectado a la población. Esta herramienta cartográfica tiene múltiples usos para la planificación y ordenamiento del territorio y es clave para poder hacer una planificación de adaptación ante el cambio climático.
Para la identificación de las vulnerabilidades de los grupos poblacionales de los terrenos en áreas inundables, se llevó a cabo un análisis de los factores y condiciones sociales de estos grupos expuestos y aspectos relacionados a la localización y tipos de viviendas, equipamiento e infraestructura.
En la zona de estudio sujeta a inundaciones, tanto las invasiones como la falta de planificación han generado las siguientes vulnerabilidades:
A nivel Económico, la población de la zona es marginal, son emigrantes con una capacidad adquisitiva baja de toda la comunidad, lo que ha llevado a construir sus viviendas en áreas peligrosas con material reciclado, sin diseños técnicos, lo que se traduce en un bajo valor inmobiliario.
La vulnerabilidad Física, incluye dos aspectos: por un lado la presencia de viviendas precarias, equipamientos o infraestructuras en las áreas inundables y por otro lado la falta de diseños tomando en cuenta especificaciones sismo resistente. Esta también incluye la ausencia de infraestructura que proteja los bienes frente a la inundación.
La vulnerabilidad Social es muy alta en la zona de estudio, las condiciones generales de vida de la población, muchas veces pobreza extrema, casi sin acceso a la educación, a la salud, pocas postas y colegios para una creciente población, falta de acceso a servicios básicos de saneamiento, la estructura demográfica, etc.
La vulnerabilidad Técnica, está vinculada a la falta de utilización de tecnologías modernas de construcción de viviendas, equipamientos e infraestructuras; las viviendas afectadas son precariamente reconstruidas año a año con material de segunda clase. Además existe un deficiente diseño en el dimensionamiento, la construcción y una falta total de mantenimiento de las obras de drenaje.
A nivel Cultural, la población conoce de manera “informal” el riesgo, por la vivencia año a año de inundaciones, están resignados y no lo enfrentan, por lo que la percepción del riesgo es casi nula. Los grupos de personas no ponderan y no valoran las diferentes amenazas, en función de su conocimiento y vivencias previas.
La vulnerabilidad Institucional tal vez la más grave, muestra carencias y clamorosa debilidad en las respuestas de los municipios y otras instituciones (INDECI) para hacer frente a la amenaza. El resultado de una evolución tendencial ha dado lugar a la desarticulación entre organismos, la superposición de funciones y roles, la falta de canales efectivos de comunicación entre otros, etc.
Se ha observado que todas estas dimensiones se relacionan entre sí y, en varios casos, según el contexto que se considere, pueden determinarse las unas a la otra
El Mapa de riesgos de inundación y otras amenazas (canteras) sintetiza las zonas que varias veces han sufrido daños severos y por lo tanto se considera las zonas de más alto riesgo ante precipitaciones extremas; además se marca las zonas donde se está explotando agregados en canteras potencialmente peligrosas.
La sub cuenca de la Fontana es la más peligrosa, ya que su vaso colector es muy amplio se origina directamente al pie del volcán Chachani. Las intensas lluvias del 12 de febrero de este año, que solo duraron 45 minutos, ha dañado fuertemente las paredes que protegen el Aeropuerto Rodríguez Ballón de la ciudad de Arequipa.
Las zonas de más alto riesgo ante inundaciones están delineadas y marcadas, y las áreas donde se está extrayendo agregados cada día crecen más y se tornan más peligrosas, incubando la posibilidad de avalanchas y deslizamientos. La zona es de alto riesgo sísmico al estar expuesta a una amenaza sísmica media a alta.